Desde La Habana Cuba, se denunció el pasado viernes 11 la censura de más de 900 cuentas de twitter de jóvenes cubanos que participaban en el hashtag #Caravana54 y #Cuba propuesto por el Joven Club de Computación y Electrónica (JCCE), una institución de promoción y socialización de nuevas tecnologías de información creada por Fidel Castro en 1987, con el objetivo de celebrar los 54 años de la Revolución Cubana, según denunció la dirección del JCCE, en un hecho coincidente con la denuncia púbica hecha desde twitter por el bloguero cubano Yohandry Fontana -una de las voces más activas en el ciberespacio en defensa de Cuba y con especial énfasis en desenmascarar los fraudes de la bloguera mercenaria Yoani Sánchez-, en donde afirmó que algunos exploradores como Chorm, Firefox o el explorador Yahoo, denegaban el acceso a su web tipificándola como dañina.
Como sabemos, Cuba es víctima de un inhumano bloqueo comercial impuesto por los Estados Unidos desde 1960, donde uno de los aspectos perjudicados es el alcance de la conexión a internet en la isla, la cual no puede ser de banda ancha ya que desde Washington se amenaza con sanciones económicas a aquellas empresas extranjeras que deseen invertir en la propagación de datos a alta velocidad, lo que deja al pueblo cubano a expensas de un servicio satelital que a su vez depende de la licencia del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, resultando en un servicio costoso y lento, comparado con el de otros países no bloqueados, a pesar de que desde mayo del 2012, Venezuela logró la colocación de un cable óptico vía submarina desde su playa de Camurri hasta las costas de Siboney, Cuba, con la inversión franco china de Alcatel, lo cual en teoría debe multiplicar la transmisión de datos del país; no obstante, éste aun no opera como es esperado.
Y a pesar de todas estas dificultades que tienen a Cuba en un severo rezago operativo de su informática – a pesar de los grandes avances institucionales en su estudio-, a la juventud comunista que pretende llevar al mundo la voz de su Revolución se le pretende acallar.
¿Estamos ante un nuevo modelo de guerra contra Cuba? ¿Una guerra cibernética?