El presidente de China es uno de los pilares del mundo multipolar, no cabe duda. Pero tal característica no le ha venido por añadidura al ser el máximo dirigente político del país más poderoso del mundo. El estilo político de Xi Jinping ha marcado una pauta dentro y fuera del gigante oriental. Disciplina, determinación, visión de futuro. El Partido Comunista de China trabaja aglutinado en líneas compactas de la mano de su secretario general, como hace tiempo no era evidente en el histórico PCCh ¿Cuál es el secreto de su liderazgo?

En la última entrega de la serie “Buscando a Mao”, el secretario general del PCCh en la ciudad de Qingdao, Li Qun, delinea el perfil del presidente chino y afirma en entrevista que “Xi Jinping ha demostrado plenamente su altura de mira, su gran corazón y su gran sabiduría de un estratega”. Y esa es, quizá, la clave de su éxito como dirigente político. O al menos una de ellas.

“Desde el XVIII Congreso Nacional del PCCh, el presidente Xi Jinping lideró todo el Partido, todo el Ejército y el pueblo de todas las etnias del país para conseguir una serie de éxitos de trascendencia actual e históricas en la reforma, el desarrollo, la estabilidad, la política interna, las relaciones exteriores, la defensa nacional y en la conducción del Partido, del Estado y del Ejército, abriendo nuevas perspectivas de la gran causa del socialismo con peculiaridades chinas y la nueva y grandiosa obra de la construcción del Partido, y granjeándose el sincero apoyo de todo el Partido, todo el Ejército y el pueblo de todas las etnias del país. Al mismo tiempo, al dirigir a la China contemporánea a insertarse en el mundo y edificar un nuevo orden mundial, el presidente Xi Jinping ha demostrado plenamente su altura de mira, su gran corazón y su gran sabiduría de un estratega.”

Para Li Qun, cuatro son las características que determinan el valor de Xi Jinping como líder de la máxima potencia económica del mundo:

Primero, voluntad política serena y seguridad de sí mismo. Dice Li: “El presidente Xi es un comunista convencido, y siempre tiene posiciones muy claras e inequívocas respecto a los temas más importantes tales como qué bandera hay que enarbolar y qué camino hay que seguir. Al manejar las disposiciones generales de la labor del Partido y del Estado, sabe agarrar el quid de los problemas, trazar planes estratégicos con alta visión, llegar a la esencia a través de las fisonomías y buscar soluciones sistemáticas a los problemas chinos. El gran “Sueño Chino”, las “metas para los dos centenarios”, las “tres líneas principales de administrar el Partido, el país y el Ejército”, la disposición estratégica de consumar la construcción integral de una sociedad modestamente acomodada, profundizar integralmente la reforma, promover integralmente el Estado de derecho y disciplinar integral y rigurosamente el Partido, todas estas formulaciones tienen una visión alta, profunda y acertada y toca los puntos neurálgicos del desarrollo del Partido y del país, así como el desarrollo de la reforma y la construcción del Partido.”

Lo segundo, es su capacidad clarividente para controlar la situación de China en su conjunto: “El presidente Xi presta alta importancia a gobernar con todo rigor el Partido y mantener la unidad y la dirección centralizada y unitaria del mismo. Trabaja día y noche con mucha diligencia, asume personalmente el cargo de jefe del Grupo Dirigente del Comité Central del Partido para la Profundización Integral de la Reforma y de otros 6 grupos dirigentes, y ha diseñado, planificado y promovido la solución de una serie de problemas de fondo y complicados del desarrollo socio económico, esto no sólo demuestra su profunda reflexión y alta responsabilidad en el dominio de la situación general del Partido y el Estado, sino que también crea un nuevo modelo de dirección altamente eficiente para la implementación de las políticas y orientaciones fundamentales del Estado”.

Tercero, Xi posee una fuerza innovadora perseverante y audaz: “El presidente Xi ha demostrado la especial cualidad dirigente de atreverse a acometer la reforma. Desde el 18vo Congreso Nacional del PCCh, el Comité Central del Partido ha dado nuevos pasos en la profundización integral de la reforma, la transformación económica adquiere una intensidad sin precedentes, los cambios políticos se implementan a pasos seguros, las reformas de las fuerzas militares son vigorosas, la reforma cultural se realiza en forma ordenada, la transformación social se acelera, y la gobernación del Estado y el manejo de los asuntos administrativos presentan una nueva situación en que se supera los puntos claves, se esfuerza en forma sistemática y se logra resultados en todos los ámbitos. Frente a las diversas adversidades de la reforma, el presidente no tiene miedo de romper los esquemas de los intereses creados y lanzar una campaña contundente contra la corrupción, lo cual ha demostrado ante todo el Partido y el pueblo su voluntad férrea y gran personalidad para resolver los problemas cara a cara y impulsar la reforma hasta las últimas consecuencias.

Y cuarto, carisma de líder, una cualidad que al interior de China le es reconocida a Xi Jinping. “En la palestra política de China y del mundo, el presidente Xi Jinping con su estilo personal de carisma, firmeza, amabilidad y sencillez, ha demostrado un liderazgo relevante de un gran país en vías de desarrollo. El presidente siempre guarda en su mente a las masas populares y se dedica a mejorar la vida del pueblo para que pueda compartir los frutos de la reforma y el desarrollo. Con respecto a las relaciones con el exterior, el presidente participa entusiasmadamente en la gobernanza global y abre una nueva etapa de la diplomacia china. Todas estas características del presidente Xi Jinping, por un lado crean un buen ambiente para la conducción del Partido y el país y, por otro nos permiten conseguir más iniciativa diplomática, consolidar la imagen de nuevo tipo de un gran país, dar a conocer la fuerza china y aportar al crecimiento económico del mundo y el mejoramiento de la gobernanza global con sabiduría china.”

Sin embargo, Xi Jinping es concebido como un moralizador de la conducta política del PCCh. Tal es así, que ha emprendido una campaña contra la corrupción, mal al cual le tiene “profundo odio”. Y cuenta con el respaldo de la amplia mayoría de los dirigentes comunistas chinos en su empeño- Según la estadística del Centro de Investigación de la Moralización Administrativa de la Academia de Ciencias Sociales de China hecha en 2015, 93.7% de los cuadros dirigentes, 92.8% de los cuadros comunes, 89.2% de los profesionales, 87.9% de los ejecutivos empresariales y 86.9% de los habitantes urbanos y rurales “tienen plena confianza” o “ bastante alta relativa confianza” en la construcción de la correcta conducta del Partido y la moralización administrativa. Estos porcentajes subieron en un 2.2%, 5%, 11.1%, respectivamente, en comparación con el año anterior; y el índice de la confianza popular en la lucha anti-corrupción se ha elevado continuamente.

Para ello, Xi Jinping se apoya en las masas de la juventud comunista de China. “Si la juventud es fuerte, el Estado lo es también. El PCCh siempre considera a los jóvenes como el futuro de la patria y la esperanza de la nación. dediquen su fuerza juvenil a la realización del Sueño Chino de la gran revitalización de la nación china, sosteniendo el Sueño Chino con el sueño de la juventud”, menciona Li Qun. Luego entonces, sólo el paso del tiempo y de los acontecimientos, nos dirán si los objetivos del nuevo socialismo chino se cumplirán. No obstante, la realidad concreta le otorga altas posibilidades.

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