Apenas el 28 de julio se daba cuenta que en un mes habían sido asesinados dos activistas por los derechos humanos en Hidalgo, cuando el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro, con sede en la Ciudad de México, mandó una acción urgente por la detención arbitraria de José León Rivera por parte de policías judiciales, estatales y municipales con abuso de poder y agresiones tanto a él como a su familia. Es decir, de junio a julio, en este Estado se cuentan tres personas asesinadas y uno más detenido sin justificación legal aparente, coincidentemente todas, dedicadas a actividades de defensa y promoción de libertades, integrantes de organizaciones civiles. Según la Red Todos los Derechos para Todos y Todas – a la cual, por cierto, pertenece León Rivera-, Hidalgo es el segundo estado donde más se criminaliza la protesta social, apenas después de Guerrero. ¿Cuántos más? ¿Quién sigue? ¿Por qué los quieren eliminar? En otras civilizaciones no tienen que llegar estos hechos para que los Poderes lancen acciones de protección a las garantías de sus ciudadanos. Ni uno más. Basta de acoso a los defensores de derechos humanos. Justicia para José León Rivera. Solidaridad con Hidalgo.
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